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El territorio andaluz posee una importante dimensión marítima. Su borde meridional, orientado en el sentido del paralelo geográfico, desarrolla una extensa fachada costera cuyas aguas se reparten entre dos cuencas marinas: el Atlántico y el Mediterráneo. Se trata de dos zonas muy distintas desde el punto de vista biogeográfico: las regiones oceánicas del golfo ibero-marroquí en el Atlántico y el Mar de Alborán en el Mediterráneo, conectadas entre sí por el Estrecho de Gibraltar.

Esta provincia biogeográfica también es la puerta de acceso, desde el sur, al viejo continente; el peaje obligado para los navegantes que acceden desde el Mediterráneo al Atlántico y el lugar de encuentro, de enfrentamientos y de convivencia de las civilizaciones antiguas.

Sin embargo, nunca hasta ahora se ha divulgado esa dimensión marítima de Andalucía con homogeneidad, con la reivindicación necesaria de un territorio común en un espacio físico diverso, una exquisita mezcla de culturas y el poso cimentado de lejanas civilizaciones.

A través de los siglos, los casi 900 kilómetros de costa la costa andaluza ha sido jalonada de actividades pesqueras tradicionales, tesoros arqueológicos y una inusual y variada riqueza biológica.

Ese es el objetivo de este proyecto, una visión de conjunto de la costa andaluza, con la mirada puesta bajo el agua para desvelar sus secretos mejor escondidos y la inevitable relación entre sus gentes, el medio físico y el legado cultural y natural.